The Lovers journal

MEMORIAS DE LA ESPERA

HASTA EN LA SOPA

HASTA EN LA SOPA

La sopa está rancia, pasada de sal y empiezan a crecer hongos en ella. La olvidamos en el fondo de la nevera para no tener que repetir de nuevo el mismo trago amargo y fuerte a la hora de la cena, ni a ninguna otra hora.

Antes de ser sopa, las calabazas crecieron bajo el cielo azul y la tierra mojada, se tornaron naranjas y  florecieron con cada rayo de sol, sin esperar nunca que iban a terminar en este plato hondo y desportillado, sin señales de vida y con el color opaco. Por eso,  aunque ya no creo en medias mitades,  a veces pienso que solo fuimos calabazas queriendo ser medias naranjas. Nos pasamos de sal, sabíamos tanto, que al final no sabíamos a nada...y solo quedaba una sensación desagradable, la de nuestra inmadurez. L

a única diferencia entre nosotros y las calabazas es que ellas gritaban por el amor y nosotros por la ausencia.

-Anónimo

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